hace unas semanas me fui a asistir a una performance en el Centro de Arte Santa Monica. iba muy ilusionada y llena de espectativas y curiosidad: ya desde su marca distintiva (STP – Soy Tu Puta) me sentia muy cercana al pensamiento del artista, Joan Morey, que trabaja mucho con el fetichismo y las perversiones de las dinamicas de poder.
pero ya desde el principio, algo me sulfuro’.
para poder asistir a la performance el publico tenia que ir vestido completamente de negro (la exposicion se llama POST MORTEM pero el hecho de vestirse de negro no era tanto por un rollo funebre, sino un acercamiento programatico, requerido al partipante a la perfomance, a la estetica del artista). un dress code, con un termino fiestero.
pero nada alli’ tenia el buen rollo de una fiesta. habia una cola bastante larga para acceder al espacio escenico. antes de entrar un par de controlores te miraban bien bien con una antorcha y si tenias algo que no fuera de color negro o te lo quitabas o ciao.
mi novio (eh si’, ya es hora que lo sepais, tengo un novio ya desde hace mas de tres meses – la fin del mundo es cercana) era lo que me acompañaba, me habia racomandado el artista y habia pedido mi asistencia (se tenia que escribir un mail dias antes para apuntarse al acto). bueno, el se quedo’ afuera, por llevar unos pantalones con una raya azul.
nos despedimos a la puerta, yo ya estaba muriendo de curiositad y de ganas de entrar a ver que pasaba y le abandone’. y el sentido de culpa me currio’ por la espalda durante todo el tiempo que estuve encerrada en aquel gigantesco ataud que era el espacio donde se desplegaba la performance-ritual.
y adentro, por las espectativas que tenia, no paso’ nada.
habia un esclavo enrodillado y otro que repartia unos champañes que tod@s bebimos de la misma botella y algunas otras cosas que si sois curios@s podeis leer en la web. y todo muy glamouroso y demasiado aseptico y perfecto, para mi que tengo anima poppera y aficion al trash.
tengo una relacion muy peculiar con el arte contemporaneo, yo.
lo mas me parece que una obra sea una tomadura de pelo, lo mas esta funciona, tiene exito y es idolatrada por los criticos (por no hacer nombres, hago uno por todos: Richard Serra)
pero la verdad es que en lo frio y lo cruel, cuarto panel de la serie POST MORTEM, todo me molesto’ muchisimo…
y solo en estos ultimos dias me he dado cuenta que era precisamente esta la intencion del autor.
y que entonces su obra habia funcionado a la perfecion.
(cuanto estas notas tardivas tengan a que veer con el hecho que ahora he conocido el susodicho Morey en el papel de profe en uno de los cursos de formacion continua por artistas visuales a que tengo la suerte de asistir este mes, esto lo podeis imaginar.
y no es por hacer la pelota – no nos dan puntos ni sacan notas – es que el tio es demasiado majo y inteligente para que desprecie su trabajo por el hecho que no he aguantado el papel de espectadora/esclava)
mi insumision ambigua es un hecho personal que afecta lo que me parece bueno y malo.