(nota sobre la mani del #19O aparecida originalmente en Al di lá del buco y traducida por Victor y Paula)
Hay una manifestación. No es noticia.
Hay una multitud inmensa de gente que se ríe, pasea, grita lemas. No es noticia.
Hay un pancarta magnífica, la síntesis es poética y cuenta la fuerza y la historia y la potencia de quien no se somete y lucha. No es noticia.
Hay un grupo de chicos y chicas que han trasnochado para componer carteles donde está escrita la belleza, tenacidad, sueños, reivindicaciones. No es noticia.
Hay una mujer que ha llegado con el carrito y el nicho y dice que está a punto de ser desahuciada y no tiene salario y abraza y besa los amigos que miran al niño y le hacen muecas. No es noticia. Pase adelante.
Hay una chica joven, mona, estéticamente vendible en los media. Puede salir en portada. Venga, ya. Está buena de verdad. Al final no nos importa de la lucha. El punto es que haya buenorras. Ésta es la foto que hay que hacer.
Hay un chico con una mochila negra. Hace falta seguirlo. Tiene una mirada rara. Seguramente os llevará al jaleo, y allá está la noticia. Al final el chico se sienta, abre la mochila y saca unos bocadillos para los amigos. ¡Joder! Ésta tampoco es una noticia.
Después de unas horas, reporteros, periodistas están tan frustrados que siguen estelas de humo imaginarias, oyen un petardo desde lejos y comunican en redacción que hay un atentado, la tía con la bomba de humo se describe como el jefe de un ataque a los “cívicos” y después llegan al rincón entre calle tal y calle qual y allá hay una pelea de un tal que siempre está aparcado en el rincón, un poco borracho que blasfema y insulta a otro que tampoco está tan bien.
Ya está: fotografía, envío de agencia y titular de terror mediático. Que tengáis miedo. La plaza es terror. No bajáis a las plazas. No lucháis por vuestros derechos. ¿Veis? Estáis en peligro. Allá hay mala gente. ¿Allá donde? ¿Pero allá…que no lo veis? ¿Dices que las únicas personas enmascaradas son militares? Que va…total: Si han de definiros las zonas rojas donde no se puede ir, hay una razón.
Ya está. Entrada hecha. Pon la foto de los borrachos. Pon dos polis que pasaban por allá, y saca una foto de archivo de los Black Block, pones que uno de los dos tenía un rollo de periódico en la mano, y dale con las análisis de la fenomenología del rollo asesino, estas armas de impacto utilizadas por los manifestantes, imagina un secuestro de rollo asesino en la cercana tipografía (el zulo de los violentos).
Y mientras tanto la mani sigue. La gente aumenta en número. Los niños ríen. Los adultos cantan. Los militares no tienen nada que hacer. Pero el periodista ha tenido su historia.
Porque el punto es que si no tienes una noticia, pues, invéntala. Desanima a las personas y aléjalas de las luchas. Tienen que saber que desde la plaza no se vuelve. Deben saberlo. Deben.
Y al final, hacer un regalo a este pobre periodista. ¿No veis que pena que da? ¿Nadie que lleve in un pasamontañas chiquito para hacerse fotografiar? Tenéis que entenderlo. Tiene hijos, si no lleva alguna cosa a lo mejor lo echan…
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