Karcelona, un lugar donde las peores película americanas pueden hacerse realidad.
una noche cualquiera, tienes un accidente de bici. estás tan malhecha que llamas a una ambulancia, que te traslada al Hospital del Mar.
allí te encuentras en medio del habitual follón de Urgencias. esperas en la cola tu turno porqué te visiten y te digan que el golpe que has dado en la cabeza no te matará.
pero aquella no es una noche cualquiera. es la noche que cambiará tu vida y la de otra gente. empieza una pesadilla de la cual no podrás despertar.
tienes un corte de pelo raro, vistes de negro y llevas botas militares. tu timidez al contestar es juzgada actitud desafiante.
eres gótica y no punki.
no eres una antisistema.
eres tan antisistema cuanto una mujer queer y precaria cualquiera consciente de su condición.
esto es bastante para condenarte de inmediato. la policía está rastreando esta parte de la ciudad en busca de chivos expiatorios que inculpar de un golpe que ha dejado casi muerto uno de los suyos. te encierran en un calabozo, te interrogan, te inculpan de un crimen que no has cometido ni de lejos.
no era un día cualquiera, era el 4 de febrero de 2006. una fecha que tu, Patricia Heras, no podrás olvidar nunca.
y nosotrxs tampoco.
siguen años de torturas lentas y constantes.
cada semana te tienes que presentar a la Audiencia Provincial para firmar, mirarles a la cara y asegurarles que no te vas a escapar.
y juicios y abogados y curros de mierda y otras mil maneras de sacar la pasta que necesitas para defenderte.
tu futuro ya no existe. tu futuro es una apuesta trucada.
hasta que llega otro día maldito. le sentencia se ejecuta y tienes que ingresar a la prisión.
está a lado de casa, a 100 metros del mar. vamos, lo ideal.
pero no lo aguantas. no eres culpable, si se hubieran molestado en conocerte lo habrían entendido que la única persona a la cual hubieras sido capaz de hacer daño era tu misma.
pero ellxs no se molestaron.
pisotearon tu inocencia, machacaron tus sueños, te hicieron imposible la vida.
y un día decidiste que ya bastaba, que no podías mas.
y te reapropiaste de todo y lo perdiste todo saltando por la ventana, volando finalmente libre.
nosotrxs lloramos de impotencia y dolor.
pero hoy aquí estamos, listxs para gritar alto todo el mal que te hicieron y la injusticia ciega que se llevó tu vida y la libertad de otros.
te fuiste Patri, pero nunca te perdimos.
y hoy en la manifestación seremos muchxs llevando tu pelo de cuadritos.
tu recuerdo pasará a través de nuestros cuerpos.
para quien te hizo daño (testigos falsos, jueces incapaces, funcionarixs insensibles y pa arriba) NI OLVIDO NI PERDONO.
aquí estamos.