La primera vez que me he escapado de mi pais he ido muy lejos.
Cruze’ el Atlantico y llegue’ en la ciudad de mis sueños adulescentes: New York.
Era el verano del G8 de Genova y yo estaba llena de miedo y de de malos presentimientos.
Ademas mi historia de amor con el Malo se habia quedado una pesadilla: empezaba la temporada del te dejo-pero te quiero-pues entonces-no te dejo-pero eres una mierda-te dejo-pero te quiero… (un loop idiota que iba a durar 3 añitos mas)
Entonces, cuando mi madre vino con una sonrisa enorme, a anunciar que ella y mi padre querian venir a Genova conmigo, mi reaccion fue inmediata:
Pues como yo piensaba de irme un tiempo en Estados Unidos para aprender ingles, vosotros no vais a ningun lado… por favor.
De verdad era un projecto que tenia hace años y de verdad necesitaba cambiar de aire… pero fue sobretodo la idea de veer a mis viejos apalizados que me empujo’ a mudarme por un tiempo en the belly of the beast, en el vientre de la bestia… mientras que tod@s mis amig@s mas querid@s se enfrentaban con LAS bestias en las calles estrechas de Genova, en la comisaria de Bolzaneto, en la escuela Diaz.
En New York empece’ a trabajar en un restaurante de Manhattan.
Vivia en un barrio de Brooklyn a lado de Williamsbourgh en casa de Emilio, un italiano guapo y simpatico. Ententaba olvidarme de que estaba exiliada por desesperacion amorosa y por miedo.
De vez en cuando pasaba por el Indymedia Center, que tenia una oficina propia cerca de la Fifth Avenue, nada menos…
La gente de Indymedia me caia bastante mal, como casi todos los estadunidenses que conoci’. Los migrantes o los que pertenian a minorancias raciales eran generalmente mas simpaticos y listos de los WASP. Generalmente.
Porque’ habia excepciones.
Brad era una excepcion.
Otros y otras hacian un esfuerzo evidente para darme atencion, hasta en los dias mas pesados del post-Genova cuando caminaba como un zombie, con los ojos marcados de llanto, mendigando un abrazo de solidaridad.
Brad no.
A lo mejor pasaba que yo no entendiera lo que me decia, pero siempre me hablaba, me contaba cosas, ententaba involucrarme en algo. Era un ciclista y un reciclador. Dormia en la misma oficina y la llenaba de casas de verdura reciclada. Hasta su sudor huelia a verdura.
Brad era una buena persona.
Brad lo han matado en Oaxaca la semana pasada. Una bala en el torso ha apagado su camara para siempre mientras documentaba un ataco de paramilitares contras la Asamblea Popular del Pueblo.
Esto es su ultimo video.
A mi no me salen mas palabras, sino que me hubiera gustado encontrarle otra vez en el mundo. Que estaba convencida que iba a encontrarle otra vez. Que esta muerte, como pocas otras, me jode y me duele y me quita la voz.
Zrad, parece que en este mundo no nos vamos a encontrar jamas.
Por si a caso no encontramos en el otro, cortate la barba y aquel pelo de hippy, que sin, te lo juro, estaras mas guapo. Vale?